Presentación
El hombre no es el destructor del medio ambiente, es el modelador y reorganizador de este.
El programa de investigación científica y desarrollo tecnológico que se presenta contempla la realización de estudios básicos, así como de aplicación tecnológica a través de proyectos enmarcados en las líneas trabajo e investigación desarrollados por docentes e investigadores diversos. Las ciencias básicas son la parte medular del presente programa, así como el desarrollo de programas en educación ambiental y de enseñanza de las ciencias experimentales en escuelas de educación media superior.
La participación de instituciones y organizaciones, tanto nacionales como extranjeras, en la consolidación de los equipos de trabajo de la Institución, es uno de los principales objetivos para el presente año. De igual manera, la formación de grupos de investigación para el trabajo interdisciplinario tendrá especial relevancia en las actividades del Centro.
La divulgación de la ciencia es una actividad constante por parte de los miembros del Centro, quienes participan directamente en conferencias, organizando eventos para así cumplir con la razón estatutaria que rige al Centro de Investigación Atmosférica y Ecológica.
La capacitación, tanto educativa como científica preponderante en la formación de elementos que coadyuven a la integración de nuevos paradigmas científicos, tanto en la presente generación como en las futuras. En el Centro se considera a la educación como la verdadera fuente de riqueza nacional y como el único motor para llevar hacia adelante a nuestro país de las continuas crisis económicas, que a lo largo del tiempo ha padecido.
Es de especial interés el fomentar las relaciones nacionales e internacionales con el fin de asimilar la mayor cantidad de información que pueda ser aplicada dentro de un contexto regional.
¿Quiénes somos?
El Centro de Investigación Atmosférica y Ecológica, A.C., surge ante la necesidad de crear paradigmas que conlleven a la formulación de nuevos horizontes en la investigación ecológica y espacial, con miras a desarrollar una transecología, que contemple el paso del hombre de su entorno en un nuevo paradigma ambiental.
De igual manera, el Centro se ha dedicado a analizar los actuales esquemas que contemplan los supuestos límites de crecimiento que desde principios de los años 70´s se vienen manejando y de alguna manera se han convertido en una barrera, hasta cierto punto psicológica para el desarrollo humano.
Nuestra propuesta sitúa al hombre como fuente primaria y motor principal de este desarrollo y crecimiento, para beneficio de la misma humanidad. Es decir, desarrollar un paradigma que permita a la humanidad situarse como administradora de la naturaleza y a la vez entronarse en la cúspide de la misma para el disfrute en bien de todos los miembros de esta y de los recursos que en ella existen.
La exploración espacial es el arribo del hombre hacia nuevas tierras, situación que le va a permitir a la raza humana extender su dominio y el de la naturaleza hacia otros mundos de nuestro Sistema Solar y posteriormente a otros planetas extrasolares que cuenten con mundos parecidos al nuestro, cuyos rastros hoy se empiezan a conocer con mucha precisión, y es aquí donde surge el concepto de transecologia, la vida que muda de la Tierra para establecerse en otro planeta, sea para terraformarlo o establecerse en él para formar parte de su ecosistema, en un proceso de integración que se deja ver inevitable a menos que el hombre sufra un retroceso tecnológico.
Dichos motivos de expansión son de orden económico, científico y tecnológico. La exploración de nuevas tierras tiene como resultado el desarrollo humano, el comercio y el progreso. El crecimiento poblacional es un elemento de presión para generar desarrollo que conlleva a resolver los problemas a través de innovaciones tecnológicas que hacen la vida humana más placentera, siempre y cuando se entienda el funcionamiento de los ecosistemas y el papel del hombre dentro de ellos.
De esta manera, el Centro considera el estudio y conservación de los ecosistemas como herramientas de información genética que en un futuro servirán para la recolonización de lugares afectados por el proceso de desertifización, como estabilizadores climáticos y como sistemas terraformadores sea de planetas como Marte o de lunas en sistemas extrasolares.
El Centro considera que la educación ambiental debe ser reinventada, como parte de la reformulación de los nuevos paradigmas ecológicos. La actual educación ambiental indudablemente ha fracasado y tiende a llevar a las generaciones a un retroceso tecnológico de 40 años o más, por esa razón es necesario desarrollar una educación ambiental que situe al hombre como centro del ecosistema y revalore su posición dentro de él como especie cúspide, poseedora del don de la palabra y el razonamiento, constructora de civilización y poseedora de miles de años de registros filosóficos, científicos y tecnológicos que le permiten no solo moldear y modificar el medio ambiente, sino construirlo y desarrollarlo, pues es el hombre la mayor expresión de la naturaleza misma.